Las culturas antiguas estaban en sintonía con las semillas de la vida, patrones originales de los que todo surge. Son los primeros, el comienzo, los modelos originales del universo.
¡Comenzando a escribir un diario sobre mi lista de lectura, tomando notas sobre lo que me llama la atención y haciendo un inventario de una amplia base de conocimientos sobre lo divino femenino, los mitos, el folclore, los arquetipos y la alquimia!
Diseños y marcas primitivos, que se encuentran en muchas culturas alrededor del mundo. Parecen representar prototipos innatos y universales de ideas y pueden ser útiles para interpretar observaciones de experiencias de vida.
El Sol, imagen primordial, representada simbólicamente de muchas maneras. Su energía vivificante habla de algo muy dentro de nosotros. Imágenes simbólicas que la humanidad comprende inconscientemente.
A menudo digo “soy mi propia iglesia”, y lo digo porque creo que todos somos parte de un todo mayor, como una gota en el océano, somos uno con Dios. Las religiones, en su nivel más fundamental, comparten valores similares y sus iglesias son espacios sociales para compartir esos valores en la esfera pública. Pero nuestro corazón es donde Dios habita dentro de nosotros, en mi opinión.
Un objetivo de estos tiempos: restaurar la santidad de lo que es santo. Podemos empezar reverenciando la naturaleza una vez más. En un espíritu de reciprocidad y gratitud, ya que todos somos interdependientes.
El oro y el diamante de mis joyas provienen todos de la Madre Tierra. Al igual que la hoja y las fibras tejidas sobre las que se asienta. Todos venimos de la Tierra y pertenecemos a ella en una compleja red de parentesco y simbiosis. ¿Por qué lo llamamos suciedad…?
El regreso del Divino Femenino está entre nosotros. El propósito de este regreso no es sólo revivir recuerdos olvidados, sino presentar verdades y emociones frescas, necesarias para realizar las potencialidades del futuro.
